lunes, 3 de octubre de 2016

OSORNO; ANTES QUE EL PAPA LE PIDA RENUNCIAR: Obispo emérito Juan Luis Ysern pide a Juan Barros que renuncie a la Diócesis de Osorno antes que el Papa le pida la renuncia






























http://www.radiodelmar.cl/2015/06/obispo-ysern-pide-a-juan-barros-que-renuncie-a-la-diocesis-de-osorno-antes-que-el-papa-le-pida-la-renuncia/

El obispo emérito de Ancud le dice a Barros (en la foto) que él es una víctima más del excura Karadima, que está sufriendo y que cuando el Papa se dé cuenta de su sufrimiento le pedirá la renuncia.

Osorno/Chile, 01 de junio de 2015. (Radiodelmar.cl)– El obispo emérito de Ancud, Juan Luis Ysern, en una carta pública enviada al jefe de la Iglesia de Osorno, Juan Barros Madrid, vinculado a los abusos sexuales del ex cura Karadima, le solicita que renuncie a esta diócesis, antes que el Papa le pida la renuncia. En la misiva Ysern afirma que Barros es una víctima más de Karadima, tal como lo es la Iglesia chilena y que entiende el dolor que debe estar sufriendo.

“El Papa fue muy valiente (en nombrarte), Yo lo admiro mucho” dice Ysern. Y agrega que “considero que no pudo darse cuenta el Papa es que en Chile hay diversas clases de víctimas de Karadima. Tu perteneces a una de esas clases y la misma Iglesia en Chile es una víctima de Karadima”.

Luego de esto afirma que “el día en el que el Papa se dé cuenta de esto va a sufrir él y de una forma u otra va a sentir la necesidad de liberarte de Osorno y pedirte la renuncia. Como pienso esto, encuentro que sería mucho mejor presentar la renuncia antes que él llegue a pedirte que la presentes”.



Juan Luis Ysern es un obispo con una altísima reputación moral y ética y desde que dejó la Iglesia de Chiloé ha ocupado diversos puestos en la Iglesia chilena, donde a pesar de su bajo perfil, sigue defendiendo los valores de una pastoral con protagonismo de los laicos, defendiendo el medio ambiente y la vida.

En tanto Juan Barros Madrid ha sido sindicado como un directo defensor y encubridor de los abusos cometidos por el ex cura Fernando Karadima a diversos jóvenes.

Esta es la carta del Obispo Ysern.



Santiago 31 de mayo 2015
Mons. Juan Barros Madrid
Obispo de Osorno.
Querido Hermano Juan:
            Me he decidido a escribirte esta carta que, aunque es personal, quiero también hacerla pública porque habiéndome referido a ti en algunas entrevistas realizadas en medios de comunicación social, estando yo discrepante a tu modo de pensar, no quiero, de ningún modo, que alguien piense que tengo algo contra ti. Nada más falso que eso. Por lo demás, no puedo de agradecerte la deferencia y amabilidad con que siempre me has tratado. Tengo que reconocerlo y expresarte mi gratitud.
Me produce gran dolor pensar que estás sufriendo mucho y que mis expresiones hayan podido contribuir a aumentar tu sufrimiento. De este modo sufrimos los dos. Me siento unido a ti en la angustia que con seguridad estás viviendo. Lo contrario sería pensar que no eres persona humana.
Es más, cuando he dicho en alguna ocasión que yo si estuviera en tu situación presentaría la renuncia al ministerio pastoral que te ha encomendado el Papa, no lo he dicho pensando solamente en el sentido de evitar el desconcierto de la gente, sino también pensando en ti más de lo que te puedes imaginar, esto es, pensando en el modo de evitarte la angustia que la situación te tiene que producir. Es algo inhumano que Dios no lo quiere ni para ti ni para la gente.
Voy a decirte algo que muy pocos saben. Hubo un momento de mi vida, poco tiempo después de ser nombrado Obispo, estando en Calama, que yo renuncié, no a Calama sino, con más radicalidad, al Episcopado mismo. Sí, pedí al Nuncio, Mons. Sotero Sanz, y al Presidente de la Conferencia Episcopal, el Cardenal Silva, que me liberaran del Episcopado. Hubiera quedado como emérito de inmediato para seguir ejerciendo mi labor como sacerdote. Nunca me dijeron por qué no me dejaron como emérito.
Llegué a Calama un año antes del golpe militar, hacía poco se había iniciado una experiencia de sacerdotes obreros en Chuquicamata. Estos sacerdotes obreros formaban un equipo en el que había algunos teólogos destacados. Trabajaban en la mina y, al mismo tiempo llevaban un proceso de reflexión teológica que me parecía seguido con mucha profundidad, incluso en consulta a Karl Rahner que era un teólogo muy querido y admirado por mí y que, como es sabido, tuvo una gran participación en el Concilio. Pero el sacerdote ideólogo de esta experiencia tenía una psicología muy difícil y complicada de modo que se hizo insoportable para los otros sacerdotes de la pastoral ordinaria.
Los sacerdotes de la pastoral ordinaria eran venidos de España lo mismo que yo  y eran muy queridos por la gente, dada la gran entrega con la que realizaban su ministerio. Pero la división entre los dos grupos de sacerdotes era muy grande. Te aseguro que mi mayor preocupación era buscar caminos para conseguir la superación de los conflictos pero no fui capaz y los sacerdotes de la pastoral ordinaria me plantearon que, como veían imposible seguir en Calama estando allí el sacerdote al que me referí como ideólogo de la experiencia, me dijeron que si no expulsaba a ese sacerdote se iban ellos, a lo que respondí que no podía expulsar a un sacerdote por presión de otros. Ante eso se fueron ellos. Puedes imaginarte la situación que se me produjo. La gente vio el problema como una situación en la que yo tenía que elegir entre unos sacerdotes u otros y con ese planteamiento no se podía comprender que yo hubiera preferido quedarme con los sacerdotes obreros cuya labor no era entendida y que no atendían la pastoral ordinaria.
La reacción de la gente contra mí fue grande. Por otra parte eran enormes los esfuerzos que yo tenía que hacer para atender tanto bautizos como matrimonios y funerales procurando al mismo tiempo visitar las poblaciones y asistir a las reuniones en las que me reprochaban continuamente que hubiera permitido que se fueran los sacerdotes que ellos conocían y querían.
La situación era tan complicada que me vi obligado a pedir a los sacerdotes obreros que suspendieran por unos meses la experiencia que estaban llevando adelante. Unos poquitos días después se produjo el golpe militar. El panorama cambió radicalmente pero la tensión que vivía era mucho peor porque se trataba de la vida de las personas y de inmediato llegó la caravana de la muerte. Terrible. Muy terrible. Mi angustia era enorme.
Es imposible contar aquí la historia, pero lo que tengo muy claro es que a pesar de la situación que estaba viviendo tuve una posibilidad real de diálogo con las comunidades y poco tiempo después veía que nos teníamos mutua confianza y éramos amigos sinceros. De tal forma que cuando unos meses después se hizo público mi nombramiento como Obispo de Chiloé la gente no podía creer que yo me fuera. De inmediato yo me escondí y no aparecí hasta el día que hice la entrega del cargo a mi sucesor, Mons. Oviedo, quien siendo Arzobispo de Antofagasta se hizo cargo también de Calama como Administrador Apostólico. En la misma Misa que se celebró, Mons. Oviedo se hacía cargo de Calama y yo me despedía. Fue Misa larguísima porque en la oración de los fieles hubo mil intervenciones y cada una era un discurso pidiéndome perdón públicamente porque pensaban que me trasladaban porque ellos me habían hecho la vida imposible cuando se fueron los sacerdotes de la pastoral ordinaria. Fue una Misa de muchas lágrimas y enormes abrazos al final en la puerta. La noche estaba ya avanzando y al día siguiente, de madrugada, me fui de forma definitiva. Estuve en Calama dos años, un año antes del golpe y otro después. Años muy intensos en los que viví los mayores sufrimientos de mi vida.
Como comprenderás, sé muy bien que es imposible el desempeño de la labor pastoral en medio de campos profundamente marcados y divididos. Pero, también sé muy bien que aunque uno se encuentre en medio del rechazo de la gente, las cosas pueden cambiar en de forma increíble si es que se consiguen verdaderos caminos de diálogo en los que cada parte se expresa de verdad y, del mismo modo, de verdad escucha a la otra parte.
Por esto, cuando he dicho que los que no están de acuerdo con tu presencia como Obispo de Osorno busquen el diálogo contigo para decirte con sinceridad lo que piensan no pretendía promover campañas para hacerte la vida imposible. El diálogo me dio muy buen resultado, pero ha de haber en cada parte una verdadera actitud de escucha a la otra parte.
Y cuando he dicho que “yo en tu caso renunciaría” no lo he dicho con ánimo de molestarte, sino todo lo contrario. Es lo que hice en otro tiempo y pienso que es el medio para evitar el sufrimiento de la gente y el sufrimiento tuyo, querido Juan, que, yo lo sé, es un sufrimiento muy grande.
No veo que en Osorno se hayan abierto los caminos del diálogo y, siendo así, el sufrimiento de la gente sigue y el tuyo también. Repito, yo renunciaría. No lo digo por atacarte sino porque el sufrimiento que vives no lo queremos nadie.
Es bonito el razonamiento que haces cuando expresas que tu deber es cumplir con el encargo que te ha encomendado el Papa. Pero considero, según lo que yo he entendido, el Papa se mantuvo firme en el sentido de haber examinado con sinceridad tus antecedentes y no haber encontrado fundamento para no nombrarte como Obispo de Osorno. El Papa fue muy valiente, Yo lo admiro mucho. Pero lo que considero que no pudo darse cuenta el Papa es que en Chile hay diversas clases de víctimas de Karadima. Tu perteneces a una de esas clases y la misma Iglesia en Chile es una víctima de Karadima. Esto nos hace sufrir a todos y tú no puedes desconocer que perteneces a una de las diversas clases de víctimas. Esa marca la tienes y te acompañará donde vayas.
Sabemos que el Papa es un gran signo que hace presente en el mundo la ternura de Dios, Estoy plenamente convencido de que por ningún motivo del mundo te habría nombrado para una misión que te es imposible cumplir y que tiene que hacerte sufrir mucho. Eso sería torturarte. Algo totalmente opuesto a la ternura del Papa. Pienso que el día en el que el Papa se dé cuenta de esto va a sufrir él y de una forma u otra va a sentir la necesidad de liberarte de Osorno y pedirte la renuncia. Como pienso esto, encuentro que sería mucho mejor presentar la renuncia antes que él llegue a pedirte que la presentes. Repito una vez más. Esto es mi modo de pensar, según lo que he vivido y he hecho.
Al decirte estas cosas, querido Juan, no me tengas como adversario, por favor, sino como hermano que, con sinceridad, te dice las cosas buscando el bien tuyo y de todos tal como creo que es la voluntad de Dios.
Finalmente, otra cosa que me parece importante. En las situaciones como la que estás viviendo, los mecanismos interiores le llevan a uno a considerar que quienes están a favor son los buenos y los que están en contra son los malos. Eso es falso. En todas partes está el trigo mezclado con la cizaña. Si descubres las personas buenas en un lado y en otro podrás  encontrar caminos muy interesantes para cada paso.
Puedo contarte que cuando me tocó vivir el problema de la profunda división entre los sacerdotes obreros y los sacerdotes de la pastoral ordinaria yo encontraba que en cada una de las partes había sacerdotes que consideraba muy buenos a quienes yo quería y sigo queriendo mucho. Incluso yo veía que había personas que quedaban desconcertadas porque no entendían que yo pudiera entender y defender actitudes de quienes consideraban que estaban contra mí, pero con eso otros comenzaron a entender que yo no estaba contra nadie.
Juan, renunciando a la potestad, adquirirás autoridad y paz. Por mi parte puedo decirte que la renuncia que presenté al comenzar mi ministerio episcopal, la volví a presentar al cumplir los 75 años, hace ya diez años. Pero ahora sí que fue aceptada mi renuncia. Con gozo sigo realizando labor pastoral y me siento muy cerca de las personas que en esa atención pastoral, Dios pone en mi camino. Te aseguro: ser emérito no impide ser feliz. De verdad. Soy feliz.
Me he extendido mucho. No me alargo más. No sé cómo será la secuencia de los hechos, pero sea como fuere, cuenta con mi oración y afecto.
Un abrazo muy grande, querido Juan. Hoy en la fiesta de la Santísima Trinidad. Dios es Comunión de Personas. Dios es Amor.
                                                   +Juan Luis Ysern de Arce
                                           Obispo emérito de Ancud
2

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

ADORACIÓN PERPETUA

ADORACIÓN PERPETUA
PODEROSA Capilla de Adoración Eucarística en vivo (en directo) // Eucharistic Adoration Chapel

¿POR QUÉ, Borraron El Ave Maria (Dios Te Salve) De Las Biblias?

¿POR QUÉ, Borraron El Ave Maria (Dios Te Salve) De Las Biblias?
Borraron El Ave Maria (Dios Te Salve) De Las Biblias. Padre Wilberto Reyes y Luis Román

Papa Juan Pablo I, descubrió la Trama para Nombrar Obispos Masones.

Papa Juan Pablo I, descubrió la Trama para Nombrar Obispos Masones.
El Santo Papa Juan Pablo I, descubrió la Trama para Nombrar Obispos Masones y ese fue su fin.

ENLACE: BERGOGLIO, FALSO PAPA

ENLACE: BERGOGLIO, FALSO PAPA
BERGOGLIO, FRANCISCO, MASÓN INFILTRADO, ANTI PAPA, ENEMIGO DE DIOS Y SU SANTA IGLESIA CATÓLICA ROMANA

Francisco hereje, otra religión – ¿Yo Católico, que debo hacer?

Francisco hereje, otra religión – Yo Católico, que debo hacer? Como Católicos hemos vivido en la tradición de los buenos papas que como fiel...

"ORACIÓN DE SANACIÓN Y LIBERACIÓN"

"ORACIÓN DE  SANACIÓN Y LIBERACIÓN"
"ORACIONES DE LIBERACIÓN" ORACIÓN DE LIBERACIÓN (P. Robert De Grandis) Yo me pongo en la presencia de Jesucristo y me someto a su Señorío. Yo me pongo «la armadura de Dios para resistir las maniobras del diablo. Yo me mantengo con firmeza y… tomo la verdad como cinturón la justicia como coraza… Yo tomo en mi mano el escudo de la fe para apagar las flechas incendiarias del demonio… Yo acepto la salvación de Dios para que sea mi casco y recibo la palabra de Dios del Santo Espíritu para usarla como una espada. (Ef 6, 10ss) En el nombre de Jesucristo crucificado, muerto y resucitado, yo ato todos los espíritus del aire, de la atmósfera, del agua, del fuego, del viento, la tierra, debajo de la tierra. Yo también ato la influencia de cualquier alma perdida o caída que pueda estar presente y todos los emisarios de los cuarteles satánicos o cualquier asamblea de brujos o hechiceros o adoradores de satanás que puedan estar presente en algún modo preternatural. ­ Yo clamo a la sangre de Jesús en el aire, atmósfera, agua, fuego, viento, la tierra y todos sus frutos, y debajo de la tierra. En el nombre de Jesucristo yo le prohíbo a todos los adversarios mencionados que se comunique o ayuden unos a otros de cualquier modo, o que se comuniquen conmigo, o que hagan cualquier cosa excepto que yo les mando en el nombre de Jesús. En el nombre de Jesucristo yo sello este lugar y a todos los presentes y a todos los familiares, amigos y conocidos de los presentes, y también sus lugares, posesiones y fuentes de aprovisionamiento en la sangre de Jesús. (Repetir tres veces) En el nombre de Jesucristo yo le prohíbo a cualquier espíritu perdido, asamblea de brujos, grupos, satánicos, o emisarios o cualquiera de sus colaboradores que me hagan daño o que tomen venganza sobre mí; mi familia y mis conocidos o causen daños a cualquier cosa que nosotros tenemos. En el nombre de Jesucristo y por los méritos de su preciosísima sangre, yo rompo y disuelvo cualquier maleficio, hechizo, encantamiento, ardid, brujería, atadura, trampa, engaño, mentira, tropiezo, obstáculo, decepción, desvío, o distracción, cadena espiritual o influencia espiritual, también toda enfermedad del cuerpo del alma, mente o espíritu puesta sobre nosotros o sobre este lugar,. o sobre cualquiera de las personas, lugares o cosas mencionadas por cualquier agente o atraída sobre nosotros por nuestros propios errores o pecados. (repetir tres veces) Yo ahora coloco la cruz de Jesucristo entre mi y todas las generaciones en mi árbol genealógico. Yo declaro en el nombre de Jesucristo que no va a haber comunicación directa entre las generaciones. Toda comunicación será filtrada por medio de. la preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. María inmaculada cúbreme en la luz, poder y fuerza de tu fe. Padre, por favor envía los ángeles y santos para que me asistan. Gracias, Señor Jesús, por ser mi sabiduría, mi justicia, mi santificación, mi redención. Yo me rindo al ministerio de tu Espíritu Santo, y recibo tu verdad en cuanto a la sanación intergeneracional. . Gloria, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, por los siglos de los siglos, Amen. ORACIÓN DE LIBERACIÓN (Monseñor Morales) Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te has hecho uno de nosotros naciendo de la Virgen María y por el que subiste a la Cruz para dar tu vida por nosotros. Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has redimido. Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico. Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz a cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico. Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico. Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico. Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico. Tres veces Gloria Amén, Amén, Amén. PLEGARIA DE LIBERACIÓN Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado. Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda. De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor. De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor. Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!