Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.
El primer día de los Ácimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: "¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?".
El respondió: "Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: 'El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos'".
Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.
Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará".
Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: "¿Seré yo, Señor?".
El respondió: "El que acaba de servirse de la misma fuente que yo, ese me va a entregar.
El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!".
Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: "¿Seré yo, Maestro?". "Tú lo has dicho", le respondió Jesús.
Comentario del Evangelio por San Cirilo de Jerusalén (313-350), obispo de Jerusalén, doctor de la Iglesia Catequesis bautismal 13,6
“Se acerca el momento, y quiero celebrar la cena de pascua en tu casa.”
Seguramente quieres que se te demuestre que Cristo se entregó voluntariamente a la pasión. Los demás mueren contra su voluntad porque mueren en la oscuridad, pero él predijo de su pasión: “el Hijo del hombre será entregado para que lo crucifiquen.” (Mt 26,2) ¿Sabes por qué el que es la misericordia no huyó de la muerte? Para que el mundo entero no se pierda por sus pecados. “Estamos subiendo a Jerusalén. Allí el Hijo del hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley, que lo condenarán a muerte, y lo entregarán a los paganos, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen.” (Mt 20,18-19) y "se encaminó decididamente hacia Jerusalén"(Lc 9,51).
También quieres saber con certeza que la cruz es una gloria para Jesús. ¡Escucha lo que él te dice y no yo. Judas, ingrato contra Jesús, iba a entregarlo. Acababa de levantarse de la mesa y de beber de la copa de bendición, y como agradecimiento por la bebida de salvación, decide derramar sangre inocente. El que había comido el pan de su Maestro, se lo agradece de una manera deshonrosa llevándolo a la muerte.... Luego, Jesús dijo: “Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.” (Jn 12,23) ¿Te das cuenta que él sabe que la cruz es su gloria? ... No porque antes hubiera estado sin gloria ya que fue glorificado “de la gloria que tenía antes de la creación del mundo” (cf Jn 17,5) Pero, como Dios, es glorificado eternamente, mientras que ahora, es glorificado por haber merecido la corona de la gloria por su constancia en la prueba.
No fue obligado a dejar la vida, no fue inmolado por fuerza sino que se entregó libremente. Escucha lo que dice: “Tengo poder para entregar la vida y tengo poder para recobrarla.” (Jn 10,18) “Me entrego a mis enemigos con plena voluntad, porque si no quisiera, nada de esto se realizaría.” Ha venido a escoger la pasión, contento del resultado, sonriente por la corona, feliz de salvar a la humanidad.
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