Evangelio según San Lucas 10,17-24.
"¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven".
"Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre". El les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo". En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar". Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: "¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!".
Comentario del Evangelio por: San Francisco de Asís (1182-1226),
fundador de los Hermanos menores Regla Primera, § 17
“Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra”.
"Por lo que, en la caridad que es Dios (cf. Jn 4,16), ruego a todos mis hermanos, predicadores, orantes, trabajadores, tanto clérigos como laicos, que procuren humillarse en todo, no gloriarse ni gozarse en sí mismos, ni exaltarse interiormente de las palabras y obras buenas, más aún, de ningún bien que Dios hace o dice y obra alguna vez en ellos y por ellos, según lo que dice el Señor: "Pero no os alegréis de que los espíritus os estén sometidos" (Lc 10,20). Y tengamos la firme convicción de que a nosotros no nos pertenecen sino los vicios y pecados...
El espíritu del Señor, en cambio, quiere que la carne sea mortificada y despreciada, tenida por vil y abyecta. Y se afana por la humildad y la paciencia, y la pura, y simple, y verdadera paz del espíritu... Y restituyamos todos los bienes al Señor Dios altísimo y sumo, y reconozcamos que todos son suyos, y démosle gracias por todos ellos, ya que todo bien de El procede.
Y el mismo altísimo y sumo, solo Dios verdadero, posea, a El se le tributen y El reciba todos los honores y reverencias, todas las alabanzas y bendiciones, todas las acciones de gracias y la gloria, suyo es todo bien; sólo El es bueno (cf. Lc 8,19).
Y, si vemos u oímos decir o hacer mal o blasfemar contra Dios, nosotros bendigamos, hagamos bien y alabemos a Dios (cf. Rom 11,21), que es bendito por los siglos de los siglos.(Rom 1,25).
"Religando nuestra humanidad hacia lo trascendente, desde la Pedagogía Católica"
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Francisco hereje, otra religión – ¿Yo Católico, que debo hacer?
Francisco hereje, otra religión – Yo Católico, que debo hacer? Como Católicos hemos vivido en la tradición de los buenos papas que como fiel...
-
12 claves para comprender el dogma. REDACCIÓN CENTRAL, 21 May. 16 / 10:09 am ( ACI ).- Este domingo la Iglesia celebra la solemnidad ...
-
-LIBRO DE ODIO- ¡Aléjate de ellos! "La Torah y el Talmud son la Biblia del judaísmo, con la diferencia que, si bien en nuestra ...
-
Francisco hereje, otra religión – Yo Católico, que debo hacer? Como Católicos hemos vivido en la tradición de los buenos papas que como fiel...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario