Parañaque (Viernes, 22-09-2017, Gaudium Press)
Junio de 2017 fue el mes en que la comunidad parroquial de San Pedro Calungsod en Parañaque, Filipinas, pudo cumplir por primera vez un gran sueño: la primera generación de estudiantes que habitan en esta zona de gran pobreza consiguió graduarse de la universidad gracias a un programa de becas. "El objetivo primario del programa es apoyar el sueño de un estudiante de obtener un grado universitario y ser un contribuyente positivo a la transformación de la sociedad", explicó a CBCP News el párroco, P. Didoy Molina.
Durante cuatro años, la parroquia obtuvo ayudas para sostener los estudios de 17 jóvenes en carreras como psicología, educación, criminología y administración. La parroquia entera y las comunidades que la rodean recaudaron recursos propios y obtuvieron donaciones de organizaciones católicas, familiares y amigos. "Cuesta unos seis mil pesos filipinos apoyar a un estudiante universitario", expuso el sacerdote. "El dinero se emplea ya sea en la colegiatura o los materiales de estudio. También cubre los gastos diarios y de transporte del estudiante".
Los beneficiarios de la beca parroquial, al igual que sus padres, acuerdan realizar un servicio activo dentro de la parroquia - claramente simbólico frente a la ayuda recibida - como su parte dentro del esfuerzo.Los estudiantes cooperan en la organización de actividades juveniles y comunitarias, asisten y preparan las Eucaristías campales (la comunidad aún no tiene un templo construido) y enseñan catecismo.
"Tenemos un excelente y bien probado sistema de selección", agregó el P. Molina. "Nuestros líderes de comunidad eligen y aprueban a los candidatos después de una revisión de su historia". Tanto estudiantes como padres participan en entrevistas y viven un período de prueba de un mes antes de recibir la aprobación final. Los recursos económicos son dados a patrocinadores institucionales cada semestre en un proceso que asegura la transparencia, que puede ser constatado por cualquier persona. "En resumen, todos los fondos destinados para la beca son usados para lo que fueron donados", afirmó el párroco.
Con información de CBCP News.
Junio de 2017 fue el mes en que la comunidad parroquial de San Pedro Calungsod en Parañaque, Filipinas, pudo cumplir por primera vez un gran sueño: la primera generación de estudiantes que habitan en esta zona de gran pobreza consiguió graduarse de la universidad gracias a un programa de becas. "El objetivo primario del programa es apoyar el sueño de un estudiante de obtener un grado universitario y ser un contribuyente positivo a la transformación de la sociedad", explicó a CBCP News el párroco, P. Didoy Molina.
Primera generación de estudiantes graduados gracias a la beca parroquial. Foto: CBCP News.
Durante cuatro años, la parroquia obtuvo ayudas para sostener los estudios de 17 jóvenes en carreras como psicología, educación, criminología y administración. La parroquia entera y las comunidades que la rodean recaudaron recursos propios y obtuvieron donaciones de organizaciones católicas, familiares y amigos. "Cuesta unos seis mil pesos filipinos apoyar a un estudiante universitario", expuso el sacerdote. "El dinero se emplea ya sea en la colegiatura o los materiales de estudio. También cubre los gastos diarios y de transporte del estudiante".
Los beneficiarios de la beca parroquial, al igual que sus padres, acuerdan realizar un servicio activo dentro de la parroquia - claramente simbólico frente a la ayuda recibida - como su parte dentro del esfuerzo.Los estudiantes cooperan en la organización de actividades juveniles y comunitarias, asisten y preparan las Eucaristías campales (la comunidad aún no tiene un templo construido) y enseñan catecismo.
"Tenemos un excelente y bien probado sistema de selección", agregó el P. Molina. "Nuestros líderes de comunidad eligen y aprueban a los candidatos después de una revisión de su historia". Tanto estudiantes como padres participan en entrevistas y viven un período de prueba de un mes antes de recibir la aprobación final. Los recursos económicos son dados a patrocinadores institucionales cada semestre en un proceso que asegura la transparencia, que puede ser constatado por cualquier persona. "En resumen, todos los fondos destinados para la beca son usados para lo que fueron donados", afirmó el párroco.
Con información de CBCP News.
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